NOVEDADES Y EVENTOS

Algunas personas definen su vocación a muy temprana edad y Pablo no fue la excepción: “Desde chico quise ser locutor, porque uno aprende lo que vé. Mi papá era director de una importante radio y yo visitaba un estudio de grabación. A los 15 años sabía qué quería ser”.

Dentro del ámbito laboral, las opciones son múltiples: “Hay locutores que dicen noticias, algunos conducen y otros trabajan en publicidades”.

Respecto al rol del locutor, se visualiza un cambio: ya no son simplemente una voz.  “El locutor debe estar más informado y capacitado. Ya no se limita a presentar o a leer, debe opinar, decir y desenvolverse de manera correcta”.

Antiguamente, se consideraba que la profesión estaba reducida a un selecto grupo, restringiendo el acceso a miles de personas. “Todos pueden ser locutores, no es necesario tener una voz grave. Inclusive aquellos que tienen problemas respiratorios. Siempre que la voz esté sana, es posible.” 

Pablo Rodríguez Bianchi además de trabajar de manera independiente, es el profesor del Curso de Locución que se dicta en Mariano Moreno Instituto Superior. “Lo primero que les enseño a los alumnos, es usar la voz de forma diversa, empleando distintos tonos. Es elemental para un profesional”, afirma.

En relación al uso de las nuevas tecnologías su postura positiva fue determinante: “Hoy todos pueden hacer televisión. Muchos empiezan con una cámara o celular desde su casa. Tenemos una cámara y podemos comunicar de mil formas”.

Y es justamente gracias a los avances tecnológicos que el número de profesionales dedicados a la locución ha crecido de manera significativa, desproporcional a la demanda laboral. “Aquellos que deseen trabajar en los medios deben dedicar tiempo y esfuerzo tanto al estudio como a la práctica.. La experiencia es un factor clave”, concluye.