• Martes 22 de Agosto, 2023

Día Mundial del Folclore

Dialogamos con Andrés Bolletta, gran emblema en la difusión de nuestra música popular folclórica.

El 22 de agosto se conmemora el Día Mundial del Folclore. Su orígen deviene de la palabra folklor, creada por el arqueólogo inglés William John Thoms en 1846. El término hace referencia al conjunto de creencias, prácticas y costumbres tradicionales de un pueblo o cultura.

En 1960 se realizó en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional del Folklore, donde se instauró el 22 de agosto como su día. La celebración coincide con el nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti, considerado el padre de la ciencia folklórica argentina por sus trabajos de exploración arqueológica y estudios sistemáticos del folklore nacional.

Desde Mariano Moreno Educación Superior dialogamos con Andrés Bolletta, locutor nacional, conductor,presentador, director de Poné la pava y gran emblema en la difusión de nuestra música popular folclórica.

¿De que hablamos cuando hablamos de folclore nacional?

Yo lo defino como identidad en todas sus aristas. Es el saber del pueblo, su vestimenta, su alimentación, sus costumbres y tradiciones. Costumbres que van desde tomar el bondi hasta juntarse con amigos, jugar al truco, pasando por nuestras danzas tradicionales, nuestra música tradicional, nuestros cantores y cantoras. Engloba a lo que nos identifica en el mundo. Uno dice cerveza y piensa en Alemania, chocolate y hacemos alusión a Suiza, paella y es España, tarantela y es Italia, playa y es Brasil, es lo que nos identifica, poder decir chacarera, poder decir mate, asado, juntada con amigos, es poder hablar de Argentina.

¿Qué te introdujo al mundo del folclore?

Yo creo que uno nace ya con el destino o en la genética hay información de lo que te va a gustar y lo que no te va a gustar, de lo que sos apto o no para hacer, y que el verdadero éxito en una persona, para mí, es darse cuenta para que ha sido enviado a éste mundo bendito y poder ejercer, poder desarrollar y ser feliz uno y hacer feliz a los demás desde ahí.

De chico, en mi casa habia una mezcla de estilos musicales. Mi viejo escuchaba musica italiana, canzonetas en casette que habían traído desde Italia mis abuelos o mis tios ya que soy nieto directo de italiano. Se escuchaba eso y a la vez mi padre tenia discos de Los Chalchaleros, Los Fronterizos, de Cafrune, sonaba Radio Nacional, Radio Universidad en el taller e imprenta de mi papá y asi fui haciendome oreja como se dice.

Después tuve la suerte, y por el esfuerzo de mis viejos, de que me mandaran a una escuela privada de doble escolaridad donde tenia como materia folclore, y la seño Eliza fue la que terminó de cerrarme el gusto enseñándome a bailar, lo que éra zapatear, los pasos básicos, el talega de pan, marcando el ritmo y haciéndome escuchar a los hermanos Ábalos, que con piano y bombo me fueron marcando el rumbo de la vida.

¿Cómo fue tu primer encuentro con el folclore?

Primero en casa, en el colegio primario, y con el correr del tiempo  cantando canciones en una capilla del barrio, de la cual mi hija Guadalupe lleva su nombre. Allí fue donde cantabamos en las misas emocionándonos; era monaguillo, catequista y daba catequésis. En los ensayos pintó rascar una guitarra y ahí empece a cantar las primeras canciones  y le seguí tomando el gusto.

Ni hablar de la gastronomía nacional, de cocinar y comer, o de montar a caballo, todas nuestras tradiciones.

¿Cómo se fue dando la mutación o evolución del folclore nacional en cuanto a instrumentos, vestimenta o letras?

Fue mutando porque el mundo va perfeccionándose, entendemos que si nos quedaramos en el tiempo ni siquiera habría nuevos artistas que podrían seguir adelante con nuestras costumbres y tradiciones. Todo ha evolucionado para bien y con el respeto de lo nuestro.

No hay que ponerse osco ni fundamentalista de que si es el folclore de antes o el de ahora, la comida de antes o de ahora. Por ejemplo, Los Chalchaleros son parte de esta historia y de nuestra idiosincracia, e igual de importante que la Sole, Los Nocheros o el Lele Lobato, y hoy Andres  Clerc, Marcelo Rivera Folk, La Juana, Magalí de Suyai, Sofía Asis, Lucrecia Rodrigo, Fran Salido, cada uno le pone un poco mas de bateria, otros un poco menos, mas de bajo, menos de guitarra eléctrica pero todos muestran los paisajes, las historias, los amores y desamores argentinos, por eso sigue siendo folclore nacional.

¿Cuál es la canción mas representativa del folclore nacional a tu entender o gusto personal?

Para mi, por lo general son zambas las más conocidas. Zamba de mi esperanza, cantada por Los Chalchaleros con letra de Luis Profili, es una de las más cantadas incluso a nivel mundial; Zamba para olvidar, de Daniel Toro, es otra que puede ser representativa,  o La Lopez Pereyra, de Los Fronterizos,  son antiquisimas. Yo me quedo con esas tres zambas.

¿Y la canción mas cantada o versionada?

Una de las canciones más cantadas, como dije anteriormente, sin dudas  es Zamba para olvidar. Y una de las más versionadas es Eterno amor, con letra de Martin Paz, el hijo de Onofre y debe tener más de sesenta versiones por lo menos.

¿Cómo ves a la nueva generación de cantantes y grupos?

Creo que el desafío de hoy no es llegar a visualizarse o a mostrarse, o llegar a los grandes escenarios, sino mantenerse con una propuesta artística. Hoy es mucho más fácil llegar porque están las redes sociales, porque la comunicación es mucho más fluída con whatsapp, con youtube y con los certámenes infinitos que hay en materia de hacerse famosos rápido,desde un reality hasta una competencia de voces.

Hoy es muy fácil llegar, lo que no es sencillo es mantenerse, porque no hay proyecto artístico en todos los casos, si hay muchos artistas que componen y escriben, y esos son los que se la juegan y tienen más posibilidades a mi entender, los que proponen cosas nuevas al cancionero popular que las que cantan “las que cantamos todos”.

¿El cancionero popular sigue su marcha o se ha detenido?

El cancionero popular se sigue ampliando y se siguen sumando obras, hay mucho que se escribe y vuelvo al tema ya dicho, el que busca una canción internacional conocida o de cuarteto y la reversiona al folclore, dura lo que dura la explosión en si de un “boom” mediático, taquillero quizá o de muchas reproducciones pero no se mantiene como carrera y como artista en el tiempo.

Yo creo que un artista clásico es aquel que puede sostenerse en el tiempo en su carrera, diez, veinte, treinta años y vivir de su carrera solamente, porque lo hace de manera profesional y no compite con nadie que tenga un buen puesto de trabajo y un buen sueldo, y hace de hobby el tema de la carrera artística, que termina siendo un espacio robado a los artistas que realmente se dedican y por lo general, en mucho de los casos, si no te dedicas de lleno a lo artístico, nunca prospera y nunca te podés dedicar a vivir de lo que realmente uno ama. Lo viví en mi experiencia propia de tener, hasta hace unos años, otro laburo para solventar mi carrera, y el día que me recibí, jugarme por ésto. Hoy vivo de mi profesion desde hace mucho tiempo, y los artistas cantores y musicos tienen que hacer lo mismo.

¿Qué pasa si se calla el cantor?

Ya lo dijo el gran cantor Horacio Guaraní, si se calla el cantor  calla la vida porque justamente, el cantor es quien en sus letras y en sus obras representan historias, paisajes, leyendas, amores, desencuentros, en definitiva son los que van pintando la vida.

¿Cómo está el folclore argentino hoy?

El folclore siempre está en franco crecimiento, hoy hay mucha juventud que escucha folclore y eso nos pone felices, tenemos una generación intermedia como la nuestra, que lo hemos escuchado de nuestros padres, y hoy son muchos los jóvenes que nos escuchan a nosotros y que tiene que ver con la difusion y la renovación que se está dando. Una renovación de los que tenemos más de treinta y menos de cincuenta y sesenta años también, y que estamos dándole un empujón grande al folclore utilizando todas estas estrategias desde la comunicación y desde la difusión.

Antes grabar un disco era muy costoso, hoy la mayoría de los músicos, después de la pandemia, ya se autogestionan y se graban en su casa, suben sus canciones a las diferentes plataformas y uno puede disfrutar de un tema sin esperar que se termine de grabar el disco. Como todo en la vida, todos los aspectos y todas las profesiones van mejorando, y se van adaptando, y por supuesto, hay un antes y un después de la pandemia en el arte y el folclore y en muchos aspectos.

 

Por Ale Galvaliz

 

 

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