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La Licenciada en Nutrición explicó que una de las habilidades más importantes para poner en práctica es la organización. “Asignar un día para hacer las compras, realizar varias comidas para ya tenerlas listas, congelar la comida de manera adecuada, salir de casa con un tupper de comida, entre otras cosas, ayudan a que cuando tengamos hambre recurramos a comer alimentos sanos”.

“También es fundamental tener siempre una botella de agua, para alcanzar los dos litros diarios, que es lo que se recomienda, como mínimo, tomar”, expresó la profesora.

Por último, Loreley enumeró otro consejo imprescindible para llevar a cabo en la cotidianeidad. “Hay que comer de manera consciente, es decir, cuando uno realmente siente hambre. Esto evitará comer por las emociones, ya sea por estrés, ansiedad, tristeza, felicidad, etc. Hay que aprender a sentir las necesidades de nuestro cuerpo”.