¡Viva Córdoba!
En 1571, Jerónimo Luis de Cabrera es nombrado Gobernador del Tucumán por el virrey del Perú, Francisco Álvarez de Toledo, y recibe la orden de fundar aldeas por diversos territorios de lo que hoy es Argentina. Estas aldeas servirían de fortines para defender las conquistas de la Corona Española de los pueblos originarios, y estarían dispuestas en los terrenos de la actual Salta y Santiago del Estero. Al divisar tierras de escasa producción agrícola y totalmente inhóspitas, Jerónimo decide desobedecer la orden y fundar más al sur. El 6 de julio de 1953, a orillas del río Suquía, en un sitio llamado Quisquisacate (en idioma sanavirón “encuentro de los ríos”), finalmente funda la ciudad de Córdoba de La Nueva Andalucía. El nombre es un homenaje a los ancestros de su esposa, oriundos de la ciudad española homónima, Córdoba de la comunidad de Andalucía. El acto de fundación tuvo lugar en lo que hoy son las barrancas del barrio Yapeyú. Por desobedecer las órdenes del virreinato, Jerónimo Luis de Cabrera sería reemplazado en el cargo y decapitado el 17 de agosto de 1574.
Córdoba quedó incorporada a la Provincia del Tucumán, pero el 5 de agosto de 1783 se declaró capital de la intendencia debido a la necesidad imperiosa por dividir el Virreinato. Su primer gobernador intendente fue el Marqués de Sobremonte.
Las comunidades religiosas estuvieron presentes, desde los franciscanos y mercedarios, hasta los jesuitas establecidos en 1599 y expulsados en 1767. Empeñados en educar y difundir el conocimiento, establecieron el Colegio Máximo en 1610, y luego lo elevaron a Universidad, una de las más antiguas de Sudamérica y la primera en la Argentina. También construyeron estancias para mantener económicamente sus instituciones y convirtieron a Córdoba en la capital de las provincias jesuíticas del Paraguay, convirtiéndose así en el centro administrativo, religioso y educacional más importante de la región.
Córdoba es la segunda ciudad más poblada del país, principal figura en la historia nacional, por su rebeldía y revolución. Cuna de la Reforma Universitaria, del Cordobazo y la experiencia clasista de los sindicatos SITRAC-SITRAM. Es un importante centro cultural, económico, educativo, financiero y social, presente en la calle mediante la resistencia del pueblo precarizado y oprimido, y a través de las marchas de cada 24 de marzo y de la “Marcha de la gorra”. Es un destino obligado para el turista que puede disfrutar de todos sus climas, sus colores y escenografías. Motor del país y fuente interminable de energía. Una ciudad tan completa como maravillosa.
Feliz cumpleaños!!!
Viva Córdoba de la Plaza del Caballo, de la Plaza de los burros.
Córdoba que le debe un monumento al sapo que conquistó la isla Crisol del Parque Sarmiento.
Viva Córdoba del papagallo de Bologna, de los gatos atorrantes, de los choros de Rivera Indarte que liquidaba Jhon Wayne en la salida del Cine Cervantes.
Viva Córdoba, Córdoba de la Reforma, Córdoba del viborazo, Córdoba mitad Talleres, mitad Belgrano.
Viva Córdoba, Córdoba del Cordobazo.
Viva Córdoba, donde viven mis amigos que no conocen el mar.
Viva el griego del toscano que vigila los contrabandos de sueños en el Pasaje Central.
Vivva Córdoba y sus calles sin nombrar, la calle del León de Francia, la calle de Martín Paz, la calle de Agustín Tosco, viva el Boulvard del Cabeza Colorada.
Viva Córdoba, que se enamora y que escribe las paredes.
Córdoba que no se cae.
Córdoba que se levanta.
Viva Córdoba.
Córdoba que se la aguanta.
Poema de Daniel Salzano
Por Ale Galvaliz